Consejos para alargar la vida útil de tu coche (parte 1) – deGerencia.com
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Consejos para alargar la vida útil de tu coche (parte 1)

En esta ocasión os quiero trasladar unos consejos muy sencillos, incluso para quien no sepa nada de mecánica, para alargar la vida útil del coche y evitar sustos en el taller. El fabricante tiene su responsabilidad a la hora de hacer un coche fiable y sólido, pero el propietario tiene que preocuparse mínimamente para que su máquina esté en óptimas condiciones.

Siguiendo estos consejos es posible evitar muchas averías o posponerlas en el tiempo, ya que hay componentes mecánicos que tarde o temprano acabarán fallando, pero tratando al coche bien, será más tarde que pronto. Hablaré de mínimos, luego esto se puede ampliar para quien no le de miedo levantar el capot del coche.

El ahorro que podemos conseguir es difícil de cuantificar, pero el concepto es simple. Si una avería viene a los 125.000 km en vez de a los 50.000 km, el bolsillo lo agradecerá. Sin más dilación, veamos cómo podemos mantener los diferentes sistemas:

Motor
Si nuestro coche es gasolina, podemos emprender la marcha recién arrancado sin necesidad de que se caliente. En cambio, un motor diesel necesita girar al ralentí unos 10-15 segundos para que se ponga en marcha el sistema de lubricación, muy importante en este tipo de motor. En cualquier caso, a menos que sea imprescindible, no se debe pisar el acelerador al arrancar.

El motor agradece que se le mueva en régimenes adecuados, ni muy bajos, ni muy altos. En gasolina no debe conducirse a partir de segunda marcha a menos de 1.500 RPM, y si es diesel, no menos de 1.000 ó 1.250 RPM (depende del motor, si vibra mucho, el margen lo debemos elevar). Apurar las revoluciones sólo debe hacerse cuando sea necesario, como adelantamientos.

Si al repostar en una gasolinera concreta notamos una pérdida de rendimiento, como que el depósito dura 200 km menos habiendo conducido igual, no volvemos a pasarnos por ahí, nos han servido combustible de mala calidad. Es muy buena idea no apurar las reservas, pues en el fondo del depósito se acumula mucha porquería que puede dañar la inyección.

Los modelos de gasolina agradecerán que su dueño se preocupe de echar limpiador de inyectores cada cierto tiempo, ¿pero con qué frecuencia? Es recomendable preguntar eso en la casa oficial. Hay que utilizar la gasolina recomendada por el fabricante, si nos dice 95 octanos, es por algo. Con 98 octanos ni va a ser más rápido ni va a consumir menos.

Si nuestro modelo tiene turbocompresor (casi todos los diesel modernos y algunos gasolina), siempre antes de apagar el motor hay que dejar que gire al ralentí unos segundos. Si no hemos hecho una conducción exigente en los últimos kilómetros, 10-15 segundos serán suficientes. Si vemimos subiendo un puerto de montaña rápidamente, al menos que descanse 30 segundos. Evitaremos una rotura del turbo, una avería bastante cara.

El coche no es amigo de los desplazamientos muy cortos. Además de ser antiecológico, hacemos trabajar a las piezas muy lejos de su punto óptimo de funcionamiento (por temperatura fundamentalmente) y reducimos la vida útil de muchos componentes. Si podemos evitar estos microviajes, mejor. También notaremos eso a la hora de repostar.

En relación a este tema, no hay que exigir el máximo al motor hasta pasados 10-15 minutos, pues el aceite no se habrá puesto a una temperatura adecuada para proteger el motor. Exigir a un motor frío es una forma de pedirle por favor que se estropee. ¡Ah! Se me olvidaba, nunca pegues un último acelerón en vacío antes de apagar el motor.

Transmisión: caja de cambios y embrague
Cuando arranquemos el coche, debe ser con el embrague pisado a fondo incluso en punto muerto, tiene su explicación técnica. Además de esto, sólo debe pisarse el pedal de embrague para cambiar de marcha. Es decir, esperar en un semáforo con la primera engranada y embrague pisado desgasta los discos del embrague o el cable, o las dos cosas.

Jamás debe apoyarse el conductor en el pedal de embrague, existe un reposapie izquierdo habilitado al efecto. También es buena idea no llevar la mano en la palanca de cambios por costumbre, pues perjudicamos a los mecanismos de la caja y podemos sufrir una avería. A la hora de insertar las marchas, debemos procurar ser suaves y guiar adecuadamente el pomo, evitando recorridos diagonales o bruscos.

Si nuestro coche es de cambio automático, en las paradas y semáforos es recomendable insertar la marcha “N” si disponemos de ella, es el punto muerto. Comprobaremos cómo las vibraciones disminuyen. A menos que estacionemos en terreno totalmente llano, aunque insertemos la “P” para estacionar, siempre debe acompañarse de freno de mano.

Por cierto, el truquito de cambiar marchas sin pisar embrague queda muy resultón cuando lo enseñamos a los amigos, pero es algo muy poco recomendable para que la caja de cambios dure más. Otra cosa es que hablemos de un auténtico experto, que no suele ser lo general. Tampoco es recomendable reducir dos marchas de golpe si no se acompaña de la técnica de doble embrague. Lo suyo es hacerlo marcha a marcha y con suavidad.

Velocidad y desgaste
Dejando al margen las consideraciones sobre la seguridad vial y las sanciones de la DGT, Mossos, Ertzaintza y demás cuerpos policiales, la velocidad excesiva también es perjudicial para el coche. A alta velocidad todo se desgasta más deprisa: motor, transmisión, neumáticos, amortiguadores, aceite, turbocompresores, etc. El consumo de combustible también se dispara en estas circunstancias, no aumenta proporcionalmente.

Por eso muchos coches de ocasión que vienen importados de Alemania tienen más envejecimiento si han rodado por autovías sin límite de velocidad (Autobahn). Incluso el motor más fiable y robusto puede acabar falleciendo si se abusa de sus límites, y cuando un motor se rompe (bloque, culata, alguna biela…) hablamos de averías muy caras en relación al precio del coche.

A la lista de motivos que hay para no correr debemos añadir este. Cuando una máquina se fuerza, dura menos. Por eso los motores de competición duran tan poco tiempo, van siempre al límite. Ningún aficionado a las carreras puede concebir que un motor que tiene varios miles de kilómetros compita (si sólo se dedica a eso, claro).

Para no hacer este artículo demasiado extenso, lo dejamos aquí, pero la semana que viene veremos más consejos.



  • Tomado de Yo Llego a Fin de Mes.com (ya no está disponible online)
  • Publicado el jueves junio 11, 2009


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