Desafios del joven profesional – desde la elección del plan de desarrollo profesional hasta la gestión de la realidad – deGerencia.com

Desafios del joven profesional – desde la elección del plan de desarrollo profesional hasta la gestión de la realidad

Desde el 2003 hasta el 2006, he publicado 5 artículos en www.degerencia.com/dpiorun , los mismos han superado mis expectativas pues además de sumar a la fecha casi 90.000 lectores, han sido linkeados por decenas de sitios en diversos continentes. Paralelamente he recibido cientos de mails, todos ellos con diversas consultas, pero con un patrón común, que además es el mismo que vivo en las aulas universitarias y en mi desarrollo en el management privado: “una fuerte necesidad de los jóvenes profesionales de cruzar la teoría con la realidad y entender cómo moverse en este segundo plano, que es tanto mas complejo que el meramente teórico”. Desde hace 3 años, he recopilado experiencias externas y resumido mis 25 años de experiencia personal, que dieron como resultado el libro que lleva el título de esta nota y que intentaré resumir 200 páginas en 6.

En uno de mis artículos decía: “El título universitario bajo el brazo, fiesta con amigos y familiares y al día siguiente comienza un nuevo y desafiante camino: ejercer el rol profesional en el ámbito real del trabajo.”

El primer punto es decidir si querrán poner su carrera en manos del destino y la aleatoriedad, o previamente trazar una estrategia a seguir sobre su ejercicio profesional. Para ello es menester realizar un primer análisis sobre uno mismo, su personalidad, lo que esperan de su profesión, los costos y sacrificios que está dispuesto a realizar, su valoración del tiempo libre fuera del trabajo, etc. A partir de esas definiciones, se irán induciendo posibles caminos a seguir.

El diseño de una estrategia personal de desarrollo profesional, sin dudas debe estar en línea con lo que se quiere para la vida en general. Este no es un tema menor, definir objetivos profesionales que están en contradicción con la vida personal, solo genera a corto o mediano plazo una frustración y en muchas ocasiones, tirar por la borda muchos años de sacrificios.

Es aquí donde sostengo que es fundamental un espacio de reflexión personal muy profundo, para ir definiendo -el tan simple ejercicio de escribir pero difícil de establecer-: “que quiero hacer de mi vida profesional en concordancia con mi vida personal”. Aunque los sorprenda, he escuchado y participado en charlas con alumnos, que pese a que comparten muchos años juntos en la misma universidad, esperan cosas absolutamente disímiles tanto de la vida como de la profesión.

Con este panorama ya se van planteando, las primeras bifurcaciones de los caminos posibles, sin hacer un juicio de valor sobre cada uno.

Es totalmente diferente trabajar bajo relación de dependencia, en forma independiente, por contratos para proyectos específicos, en un emprendimiento empresarial a riesgo y varias otras opciones. La clave está en determinar cómo es cada uno en cuanto a sus diferentes aristas.

Algunas preguntas que deberían responderse son:

¿Me siento cómodo recibiendo ordenes de otra persona en forma cotidiana?

¿Prefiero que me designen objetivos y luego me dejen actuar solo?

¿Estoy a gusto trabajando solitario en un tema puntual?

¿Me sale bien coordinar y motivar a otros para que trabajen?

¿Me gusta tener la responsabilidad de liderazgo?

¿Me genera más adrenalina asumir desafíos riesgosos?

¿Estoy dispuesto a arriesgar tiempo y dinero en un emprendimiento?

¿Me siento cómodo en grandes organizaciones con procesos muy pautados?

¿Necesito desarrollarme en contextos más pequeños para poder desplegar mejor mi creatividad en la tarea profesional?

Como la realidad es mas compleja e inestable que la teoría, analizar experiencias es una actividad muy enriquecedora. Una frase de cabecera que me resulta atractiva es la siguiente: “Aprenda de los errores de otros, usted nunca vivirá lo suficiente para cometerlos todos por sí mismo…. “. Dado que este es el objetivo de estas páginas, analicemos las principales variables a considerar en las diversas alternativas que surgen de las preguntas recientes mencionadas.

Algunos escenarios de ejemplos:

  1. Trabajar como profesional independiente
  2. El emprendimiento empresarial propio
  3. Trabajar a una pyme
  4. Trabajar en una gran organización
  5. Trabajar en una consultora

No es posible en este artículo explayar las características, ventajas y desventajas de cada escenario, pero es importante que quede la claridad que cada uno requiere habilidades diferentes y tiene formas de ser vividas, que hasta llegan a ser contrapuestas entre si.

MODELO DE MADUREZ PROFESIONAL – MMP

El profesional, debe desarrollarse tanto en el plano técnico de su especialidad, como en el plano personal y actitudinal. Hoy en día es fundamental poder comprender los contextos complejos que la realidad nos presenta y tener la capacidad de gestionarlos. Esto significa ser capaz de criticar y al mismo tiempo generar la motivación propia y ajena para modificar las cosas, en pos de un objetivo digno y lograr que esto suceda exitosamente en los hechos y no solo en las palabras.

Para ello, desde los primeros escalones laborales fuera de la Universidad, será necesario desarrollar un conjunto de competencias o habilidades (utilizaremos esta última expresión), que luego en conjunto con la experiencia concreta, irán completando la mochila del capital propio (que denominamos capital intelectual), y será nuestra mejor carta de presentación.

Sostengo también que, en este marco, un profesional, termina siendo un “empresario de sí mismo”, que ofrece su trabajo basado en su capital intelectual, a quienes satisfagan las diversas condiciones que cada uno establece para realizar una labor profesional (ya sea propia o para terceros en cualquier modalidad).

En la actualidad, el principal factor para producir, es el propio ser humano, su inteligencia, su cerebro. Entre muchos notables que sustentan esta premisa, podemos citar también a Juan Pablo II, que describió: “El principal factor de producción en el pasado fue la tierra, luego el capital y hoy es el propio hombre, su conocimiento”.

Niveles de Madurez Profesional:

En este modelo que he desarrollado bajo una visión pragmática, he establecido 4 niveles de madurez profesional:

  1. AUTOGESTION
  2. GESTION DE EQUIPOS
  3. GESTION TACTICA
  4. GESTION ESTRATEGICA

Descripción por nivel:
Para el modelo completo de los 4 niveles, he definido 36 habilidades específicas a desarrollar. Dado que dicha descripción es amplia para este artículo, he resumido a continuación el objetivo que se busca en cada nivel a ejercer:

1- Autogestión

En este nivel el profesional debe poder gestionarse a sí mismo en su trabajo. Esto implica poder comprender el objetivo que se espera de él, dimensionar adecuadamente el esfuerzo que demandará, planificar su dedicación a diferentes tareas, auto-controlarse, buscar información que necesite para su ejecución y documentar el trabajo realizado llegando a cumplir exitosamente el objetivo solicitado, en tiempo, forma y calidad. En este nivel el profesional actúa como una unidad de producción individual y muy eficiente. Es importante destacar que: NO todo aquel que por el simple hecho de trabajar solo, forma parte de este nivel. Muchos aun no han accedido a él.

2- Gestión de equipos

En este nivel, el profesional debe en primer lugar, poder formar parte de un equipo lo cual implica trabajar estrechamente y en cooperación con otras personas. Si también tiene la responsabilidad de liderar al equipo, deberá poder establecer planes con la división del trabajo por integrante, pautas de control de tiempos y calidad, mantener la motivación personal de los miembros, brindarles seguridad y respaldo en momentos de crisis, siempre en pos de lograr óptimamente el objetivo final planteado para el equipo. Para ello es fundamental contar con sólidas habilidades técnicas de gestión de equipos y un alto grado de control emocional pues no solamente lidiará con su propio ser, sino con cada persona individual que forme parte del equipo, además de muchas otras variables externas.

3- Gestión táctica

En este nivel el profesional debe poder gestionar todas las herramientas de control, metodologías de gestión y técnicas de negociación y resolución de conflictos, con el fin de garantizar el cumplimiento de planes establecidos y sus objetivos esperados. Para ello, deberá tomar decisiones en situaciones de incertidumbre, administrar recursos económicos escasos, gestionar resultados por indicadores y relaciones de negociación con agentes externos a la organización, que tienen influencia en la ejecución de los planes de acción establecidos. La gestión táctica la deberá ejecutar normalmente, a nivel de gerencias o sectores de la organización y su fundamento es garantizar el logro de los objetivos de corto y mediano plazo que forman parte de la cadena crítica de éxitos que sustentarán la estrategia global.

4- Gestión estratégica

En este nivel el profesional debe poder diseñar un plan global para establecer una posición favorable de la organización. La Estrategia Empresarial, es el resultado del proceso de especificar los objetivos, las políticas, los planes y recursos para alcanzar estos objetivos. Para ello el profesional en su rol de manager, deberá supervisar el avance del plan estratégico global y la supervisión de las diversas tácticas que se operan en el nivel gerencial, tendrá siempre una visión de impactos a mediano y largo plazo de cada decisión presente que se tome en la organización, protegerá el valor del capital tangible e intangible, promoverá el desarrollo de niveles gerenciales y deberá custodiar y fortalecer en forma permanente el plan de negocios de la empresa y los objetivos estratégicos organizacionales establecidos. Esta gestión se realiza en los niveles de dirección.

Un análisis sobre este modelo, en el paradigma de las organizaciones modernas, es que el crecimiento profesional, “no siempre” debe darse en forma vertical, sino que desarrollando un gran expertise en algún nivel en particular, se puede crecer y tener un rol preponderante y crítico, siendo en muchos casos más valioso que un jefe en el organigrama.

Gestión de la realidad

Mientras que las personas estén convencidas (y lo vemos a diario) de que, una idea que tengan con mucha convicción y un prolijo plan en condiciones ideales, será suficiente para el éxito, entonces ese puede ser el primer paso para el comienzo de una frustración. Nuestro apasionante presente, nos enfrenta a situaciones realmente sorprendentes, donde la incertidumbre es un eje crítico de todo comportamiento, por eso es fundamental tener en cuenta los mecanismos internos que apliquemos para tomar decisiones en cada paso que demos, (tal como explicábamos en otro articulo, las diferentes consecuencias que produce un pequeño desvío en una decisión), puesto que la realidad tiene ribetes muy complejos, más en la medida que intervengan variables que no controlamos en una situación y otras personas donde tampoco controlamos su comportamiento y sus emociones internas. Sabemos que las personas responden mayoritariamente en forma directa a sus emociones, suprimiendo (en forma que podría sorprender), la racionalidad adecuada para lograr la mejor manera de resolver una situación en favor de ellos mismos. Este sesgo en lo individual, se multiplica y potencia en una organización, creando así lo que se denomina culturas organizacionales, que no siempre privilegian la mejor forma de conseguir los objetivos planteados.

Por eso, es necesario trabajar considerando que “la realidad existe” y no bajo un manto de ingenuidad sobre nuestros planes ideales. Con esta premisa, tal como se gestiona el dinero, el conocimiento, los recursos humanos, etc. debemos disponer de mecanismos, conductas, prácticas y actitudes, con el fin gestionar la realidad (desde ya, no como una ciencia exacta) para ir llevando cada variable que la afecte, hacia el comportamiento más beneficioso posible para nuestro objetivo (sabiendo también que No llegar al 100% es parte esperada de la realidad).

Veamos algunos tópicos:

Estos son algunos de los tópicos que deben ser considerados y gestionados en un entorno real de trabajo. En este articulo no bajaremos a detalle cada uno, pero es importante tener una clara visión de cómo estos tópico (no solo no deben ser ignorados), sino cómo se unen con cada persona en particular y el modelo de madurez profesional.

  1. Resolver problemas
  2. Lograr objetivos
  3. Sentimiento de Carga de trabajo versus trabajo real
  4. Relaciones humanas
  5. Red de contactos
  6. Emociones y negociación
  7. Desarrollar talentos
  8. Culturas organizacionales y regionales

Conclusión

Una irónica frase de Woody Alen, dice algo así: \»Estamos frente a dos caminos posibles que se bifurcan, uno lleva a la desilusión y la desesperanza, y el otro al caos total. “Esperemos que Dios nos ilumine para elegir el camino correcto”.
Para NO llegar nunca a esta situación, sin dudas habrá que hacer muchas cosas antes, no solo para evitarla, sino fundamentalmente para lograr los objetivos propuestos. Si debiéramos enfrentamos con caminos alternativos, esperemos que sean con diferentes opciones realmente positivas y todas satisfactorias.


Libro original: “Desafíos del Joven Profesional”
Autor: Daniel Piorun
Editorial: Errepar Argentina
Octubre 2009

Daniel Piorun

Magister en Gestión Estratégica de TI en la Universidad de Buenos Aires. Cuenta con 30 años de experiencia como profesional y ha transitado exitosamente diversos roles y actividades del mundo laboral y académico: Consultor, directivo de empresas privadas, profesor y escritor. Actualmente es Profesor de la Universidad de Buenos Aires...

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